Mi reencuentro con la música de Korn se llevó a cabo hace algunos días, cuando en pantalla me apareció la sugerencia de escuchar el nuevo álbum de esta banda norteamericana titulado Requiem. Sin mucho que hacer en ese momento, me coloqué mis audífonos y pulse "play" para comenzar la reproducción de este, que según investigué, ya es su décimo cuarta producción de estudio.
Reconozco que mi primer reacción, fue una mueca de sorpresa y aceptación para lo que mis oídos estaban apreciando durante los primeros segundos de reproducción. Conforme los segundos avanzaban, la aceptación fue inevitable y solo me dediqué al disfrute del material que a mi gusto, tiene la duración justa y precisa para no fastidiar, hartar o empalagar (32 minutos). Tal vez en otros estilos, mi tolerancia es mayor pero siendo esto un "reencuentro", con media hora me es mas que suficiente.
Me encontré riffs con ese peculiar sonido y afinación que "Munky" y "Head" patentan desde hace ya más de 30 años, una voz de Davis mas madura, mejor trabajada y un bajo que a la par de la batería, tienen su protagonismo en la mesura correcta y no en pretender ser esos músicos que el planeta esperaba (¡presumidos, pues!). Me encontré con un grupo sin prestar tanta atención a su postura de "rockstars" (sospecho fuertemente que es esa postura, lo que me aleja de algunos grupos) y mas atento a su trabajo el cual, no necesitó de una duración maratónica ni complejidades compositivas para hacerse de mi completa atención y agrado.
Requiem no es un álbum que me haya vuelto loco y dudo que pudiera ser considerado (al menos por mi) dentro de lo mejor del año, pero si respeto y reconozco el trabajo expuesto y las creaciones manifestadas. Si, fue un buen "reencuentro".
Necrolaico MMXXII
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