viernes, 24 de febrero de 2023

ANTHRAX - Spreading the Disease (1985)

¡Clásico!

Spreading the Disease es el segundo álbum de esta icónica banda la cual, se ubica dentro del famoso “Big Four” del thrash metal junto con Metallica, Slayer y Megadeth. En lo personal considero que hay agrupaciones que podrían tomar el lugar de Anthrax dentro de este selecto conjunto de los "4 Grandes", pero dejemos polémicas y posibles reclamos de lado, y concentrémonos en la grandeza de esta producción de 1985.

Hoy en día, Spreading the Disease es un álbum considerado por muchos como “clásico” y no es para menos. El álbum en su totalidad resulta en una soberana delicia y en lo particular, resalto el trabajo en la batería por parte de Charlie Benante quien de principio a fin, no da tregua alguna y con cada escucha, reafirma el porque es un individuo legendario y emblemático tocando este instrumento, (su lugar en la reciente reunión de Pantera supliendo al fallecido Vinnie Paul, está muy bien merecido y ganado). Es oportuno también mencionar que la inclusión de Joey Belladonna en las voces, es algo que junto al poder en la batería de Benante, le da peso específico al álbum logrando que el anterior vocalista, no fuera echado de menos en demasía. 

A título personal, debo señalar que la segunda mitad de Spreading the Disease es la que me atrapa por completo, sin dejar de lado "Madhouse" por supuesto. Al día de hoy continúa siendo la sección con mayor potencia del álbum y la que consolida al grupo dentro del género thrash metal, según yo. Simplemente hay que prestar un mínimo de atención siquiera, a temas como "Medusa", "Armed and Dangerous" o "Hung-Ho". Esta última canción, ¡una brutalidad absoluta que no me canso de escuchar cada que me es posible! 

Es inevitable dar un vistazo al pasado, cuando por primera vez tuve la oportunidad de escuchar este material ya empezada la década de los 90’s, (en 1985 apenas tenía 3 años de edad), época en la cual ya estaba con el interés al rojo vivo por hacerme de más música estridente, estimulante y agresiva.

Si usted, que amablemente me está leyendo, se considera un “thrasher” de hueso colorado y desde el tuétano, y aún así no posee un parche de este álbum en su chaleco con olor a humedad… Déjeme decirle que está incurriendo en una falta importante y tal vez, grave.

Necrolaico MMXXIII

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