I, The Mask mantiene la tendencia que ha caracterizado a In Flames en los últimos 10 u 11 años, un sonido que trata de mantenerse pesado pero adoleciendo de agresividad e incluso por momentos, de potencia y creatividad. A mi muy humilde parecer, esta "debacle" dio inicio en el ya lejano 2008, con una lamentable producción titulada A Sense Of Purpose. Creo que, en su afán de experimentar e innovar, terminaron por caer en una búsqueda de reflectores y seguidores gustosos de disfrutar presentaciones en vivo por medio de la pantalla de su jodido teléfono móvil.
Yo no soy absolutamente nadie para decir que Anders Fridén y compañía son buenos o malos músicos, pero si puedo opinar diciendo con seguridad que I, The Mask suena a lo mismo... y aburre. El álbum contiene un par de temas que inevitablemente, capturan tu atención de manera momentánea y sin mayor relevancia, esto por medio de conservar esas melodías y estructuras que en ocasiones rayan en lo "meloso" y "empalagoso". La época eufórica de In Flames durante los 90's, con Colony (1999) por ejemplo, o esa prometedora época en donde la producción del 2006 titulada Come Clarity, se pronosticaba como el prólogo de una metamorfosis genial para la banda, ya no volverán y eso, me ha quedado muy claro después de escuchar I, The Mask.
A pesar de lo anteriormente escrito, concedo un espacio a esta banda en honor a su fenomenal pasado y su enorme papel como una de las varias agrupaciones, que dieron origen a un género por demás genial, como lo es el death metal melódico.
Necrolaico '19
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